Semana 37

 Voz de audio Maritza Henriquez

LIBRO DE EJERCICIOS 

Segunda Parte

4. ¿Qué es el pecado?

1. El pecado es demencia. Es lo que hace que la mente pierda su cordura y trate de que las ilusiones ocupen el lugar de la verdad. Y al estar loca, la mente ve ilusiones donde la verdad debería estar y donde realmente está. El pecado dotó al cuerpo con ojos, pues, ¿qué iban a querer contemplar los que están libres de pecado? ¿Qué necesidad tendrían de vistas, sonidos o del tacto? ¿Qué querrían oír o intentar asir? ¿Qué necesidad tendrían de los sentidos? Usar los sentidos es no saber. Y la verdad sólo se compone de conocimiento y de nada más.

2. El cuerpo es el instrumento que la mente fabricó en su afán por engañarse a sí misma. Su propósito es luchar. Mas la meta por la que lucha puede cambiar. Y entonces el cuerpo lucha por otro objetivo. Lo que ahora persigue lo determina el objetivo que la mente ha adoptado para substituir a la meta de engañarse a sí misma que antes tenía. La verdad puede ser su objetivo tanto como las mentiras. Y así, los sentidos buscarán lo que da fe de la verdad.

3. El pecado es la morada de las ilusiones, las cuales representan únicamente cosas imaginarias procedentes de pensamientos falsos. Las ilusiones son la “prueba” de que lo que no es real lo es. El pecado “prueba” que el Hijo de Dios es malvado, que la intemporalidad tiene que tener un final y que la vida eterna sucumbirá ante la muerte. Y Dios Mismo ha perdido al Hijo que ama y sólo le queda la corrupción para completarse a Sí Mismo; la muerte ha derrotado Su Voluntad para siempre, el odio ha destruido el amor y la paz ha dejado de existir.

4. Los sueños de un loco son pavorosos y el pecado parece ser ciertamente aterrador. Sin embargo, lo que el pecado percibe no es más que un juego de niños. El Hijo de Dios puede jugar a haberse convertido en un cuerpo que es presa de la maldad y de la culpa, con una corta vida que acaba en la muerte. Mientras tanto, su Padre ha seguido derramando Su Luz sobre él y amándolo con un amor eterno que sus pretensiones no pueden alterar en absoluto.

5. ¿Hasta cuándo, Hijo de Dios, vas a seguir jugando al juego del pecado? ¿No es hora ya de abandonar esos juegos peligrosos? ¿Cuándo vas a estar listo para regresar a tu hogar? ¿Tal vez hoy? El pecado no existe. La Creación no ha cambiado. ¿Deseas aún seguir demorando tu regreso al Cielo? ¿Hasta cuándo, santo Hijo de Dios, vas a seguir demorándote, hasta cuándo?

LIBRO DE EJERCICIOS 

Lección Número 260

Que recuerde que Dios me creó.

1. Padre, yo no me creé a mí mismo, aunque en mi demencia creí que así había sido. No obstante, en cuanto que Pensamiento Tuyo, no he abandonado mi Fuente y sigo siendo parte de Aquel que me creó. Tu Hijo, Padre mío, Te llama hoy. Que recuerde que Tú me creaste. Que recuerde mi Identidad. Y que deje que mi impecabilidad vuelva a alzarse ante la visión de Cristo, a través de la cual deseo hoy contemplar a mis hermanos y contemplarme a mí mismo.

2. Ahora recordamos nuestra Fuente y en Ella encontramos por fin nuestra verdadera identidad. Somos en verdad santos porque nuestra Fuente no conoce el pecado. Y nosotros que somos Sus Hijos, somos semejantes los unos a los otros y semejantes a Él.

Libro de Texto UCDM

El Significado de Los Milagros


Principio de los milagros
Principio Número 37.- Un milagro es una corrección que yo introduzco en el pensamiento falso. 

LECTURA SUGERIDA DEL LIBRO DE TEXTO DE LA LECCIÓN 260:

T  23.I Intro y Las creencias irreconciliables


 

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