3. Observa que estas afirmaciones no siguen ningún orden determinado ni hacen distinción entre la clase de cosas a las que se aplican. Ése es el propósito del ejercicio. La afirmación debe aplicarse sencillamente a cualquier cosa que veas. Al practicar la idea del día, hazlo con total imparcialidad. No trates de aplicarla a todo lo que se encuentre dentro de tu campo visual, pues estos ejercicios no deben convertirse en un ritual. Asegúrate solamente de no excluir nada en particular. En lo que respecta a la aplicación de la idea, una cosa es igual que cualquier otra.
4. Las tres primeras lecciones no deben hacerse más de dos veces al día, preferiblemente una vez por la mañana y otra por la noche. No deben pasar de un minuto más o menos, a no ser que eso cause una sensación de premura. Una cómoda sensación de reposo es esencial.
Aquí te dejamos un enlace ver la lección 2 del curso de milagros o para descargar en libro en PDF Un curso de milagros: Aquí